¿Eres goloso? A los golosos nos tienen fichados. El dulce nos delata y no me refiero solo a cuando pasas por delante de una pastelería y los ojos te hacen chiribitas, sino a ciertos rasgos de la personalidad que tienen en común todos los amantes de los dulces.
Amables. El dulce tiene muchas propiedades, entre ellas, la feniletilamina, la cual actúa en el cerebro proporcionando una sensación de euforia y bienestar. Cuando se está bien consigo mismo, eso se refleja en el exterior, mostrando una mayor simpatía y empatía hacia los demás.
Tímidos. Según un estudio publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology, los golosos son menos extrovertidos y tímidos.
Voluntariosos. Los golosos muestran una mayor predisposición a ayudar y a colaborar con los demás de manera desinteresada.
Activos. El cacao contiene alcaloides, que excita al sistema nerviosos provocando en los golosos una actitud activa y despierta hacia los estímulos externos.
Calmados. Por todos es conocido el efecto relajante que proporciona el chocolate. Es el aliado perfecto cuando estamos tristes porque levanta la moral y calma los nervios.
Vitalidad. El chocolate tiene propiedades antioxidantes, que evitan que las células del organismo se degeneren. Bueno por dentro y también por fuera porque un masaje con chocolate es un tratamiento eficaz contra la celulitis, la sequedad de la piel, manchas y proporciona más brillo al cuerpo gracias a sus propiedades exfoliantes e hidratantes.
Divertidos. A los niños les encantan los dulces y los mayores que son golosos mantienen ese entusiasmo de la niñez. Además, el consumo de dulces está asociado con momentos alegres y festivos.
Con estas claves ahora entenderás las similitudes con otras personas que tienen tu misma afición: pasar un domingo por la tarde con una bolsa llena de dulces. ¡Y es que el chocolate une mucho más de lo que nos podemos pensar!
¿Que tipo de goloso eres tu? ^^